martes, 21 de marzo de 2017

Tejiendo

 Ahora que ya empieza el buen tiempo, ha llegado el momento de recuperar un proyecto que tengo en marcha desde el verano pasado, un jersey de manga larga, con calados, de algodón. Es un jersey que me gusta mucho como me está quedando, aunque creo que me va a ir un poco grande (cosas de la exitosa #operacionbikini2017), pero me da igual.

Una de las pegas que tiene este jersey es que se teje con algodón doble o sea, con dos hilos a la vez. No debería ser una pega en sí, pero significa que se duplican las posibilidades de que los hilos se líen. Tejiendo la espalda y el delantero no he tenido demasiados problemas, pero con las mangas… Bueno, tengo que decir que acostumbro a tejer las mangas a la vez: es decir, en vez de hacer primero una y luego la otra, las voy haciendo simultáneamente en las mismas agujas. Así, aunque avanzo más lento, se acaban las dos a la vez, por lo que es más emocionante (y menos pesado, para mí). Así que cuando me puse a tejer las mangas me encontré no con uno ni dos, sino con cuatro ovillos enrollándose entre ellos. Resultado: el CAOS.


Como decían en un anuncio (¿era en un anuncio?), una solución quiero. Sé que existen boles con hendiduras, especiales para madejas, pero no tenía yo tiempo de ponerme a buscarlos. Así que me agencié una manualidad tan casera como simple y efectiva: tenía en casa unos botes de cristal de leche-cacao-avellanas-y-azúcar vacíos, con unos simpáticos minions dibujados y con tapa de plástico fácilmente perforable. Y eso hice: dos hendiduras en la tapa y un poco de washi tape para hacerlos más bonitos. Y listos. Dos ovillos en cada bote y ya no hay hilos que se líen.

Obviamente, podría haberlo hecho con cuatro botes en vez de dos, pero no tenía tantos botes y cuatro me parecían demasiados. Así, estos dos cumplen perfectamente su función. Y son la mar de simpáticos.


Ahora sólo me falta acabar el jersey que con tanto calado, me estoy liando un poco.


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