jueves, 1 de enero de 2015

El primero

Por mi cumpleaños, una amiga me regaló un pequeño cuaderno. Soy muy fan de libretas y cuadernos, pero éste era un cuaderno especial, “el cuaderno de los deseos”, lo llamó ella. Además de amiga, es un poco pitonisa, psicóloga casera y, en general, madreteresadecalcuta siempre a la búsqueda de almas heridas a las que curar. Y se le da muy bien. A mí hace mucho que me dice que tengo que plantearme mis objetivos, visualizar lo que quiero y escribir mis deseos. Y no le hago caso. Así que me regala un cuaderno para obligarme a hacerle caso. Un cuaderno en el que, además, en la primera página ha escrito “El amor y el deseo son las alas de espíritu de las grandes hazañas (Goethe)”. Y una carita sonriente.

Y hoy, primer día del año, he pensado qué diablos, que ya que tengo una libreta, pues voy a garabatear un poco. Y he empezado a escribir cosas que deseo, cosas que deseo a corto plazo, cosas realizables y cosas irrealizables y así, a lo tonto a lo tonto, he rellenado 4 páginas, por sus dos caras. Bah, no sé si es mucho o poco, pero es una manera de empezar el año. Digo yo.

En la foto, mi cuaderno de los deseos. Con mi pluma favorita.

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