martes, 18 de febrero de 2014

"The Hunger Games" de Suzanne Collins

Este año me estoy tomando muy en serio las clases de inglés. Quiero aprobar, sí, quiero aprobar. Y quiero aprender, sí, quiero aprender. La verdad es que no me veo capacitada de saber más inglés del que ya sé, y no porque sepa mucho (mi vocabulario es bastante limitado) sino porque yo creo que lo que me queda por aprender sólo lo aprendería en inmersión total. Y, de momento, no tengo previsto ese tipo de inmersión. Así que estoy haciendo caso al profe y estoy leyendo mucho. Tengo en marcha siempre un libro en inglés. Eso sí, estoy intentando leer cosas que me apetecen, historias que creo que me pueden enganchar. Por eso decidí leer “Los juegos del hambre”: creía que entretendría y divertiría. Y no me ha decepcionado, para nada.

“The Hunger Games” nos presenta un futuro en el que los ciudadanos de lo que antes era Norteamérica, ahora Panem, viven en una docena de distritos alrededor de su capital, el Capitolio. El Capitolio, en una muestra de su poder totalitario, organiza cada año los juegos que dan título a la novela, en los que un chico y una chica de cada distrito son escogidos para competir entre ellos hasta la muerte, hasta que quede un único vencedor. La protagonista, Katniss, es una de los competidores de estos juegos, representando a su distrito, el 12. En los juegos, televisados para todo el país se enfrentará a otros jóvenes con un único objetivo: sobrevivir.

Me ha gustado mucho este libro, pero mucho. No es sólo una novela de ciencia ficción y aventuras (y para adolescentes), es también una interesante reflexión sobre el poder político, la manipulación, el sufrimiento, la maldad, el dolor. Una interesante distopía. Pero también habla de la amistad, de la confianza y el amor. Contada en primera persona por su protagonista, la narración es fresca, vivaz y muy amena. Cuenta cosas muy, muy duras (Juntar a 24 adolescentes para matarse entre ellos mientras todo el país lo disfruta por la tele en vivo y en directo es mucho más que crueldad), pero de una manera tan franca y directa que engancha, sin caer en ningún momento en el morbo ni en el sensacionalismo.

Me ha gustado tanto, tanto, que ya me estoy leyendo la segunda parte. Y luego me leeré la tercera, claro. Ah, y cualquier día de estos, veo la película, ya tengo ganas.

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