domingo, 12 de enero de 2014

Animales

Tengo pocos objetos de decoración en las paredes de mi casa. No es porque no me gusten, sino porque como no me parecían imprescindibles, no les he dado demasiada importancia. Quiero decir, poner lámparas o cortinas me parecía mucho más prioritario, así que el tema de decoración en general y el de las paredes en particular ha ido cayendo con cuentagotas, de tanto en tanto, casi por casualidad.

Sí que hay algunas cosas puntuales en algunas habitaciones, pero en general las paredes de mi casa están bastante vacías. Bueno, ahora no tanto con la incorporación de dos nuevas adquisiciones. Por una de esas casualidades de la vida que se suelen dar en la vida de la gente que ha estudiado Biología, las dos nuevas incorporaciones son representaciones de animales. Y lucen ya en el salón de mi casa, frente a frente.

La primera es una lámina de un elefante que me traje de mi último viaje a Namibia. Es de un artista local, Elton Mugomo, al que ya le compré otra lámina en un viaje anterior. La compré después de estar en Etosha. Y de flipar con los elefantes, claro, sobre todo con aquel que aparentemente se nos quedó mirando fijamente en mitad de la noche. Pero eso ya es otra historia. La lámina me encantó en cuanto la vi y, aunque dudé entre varias de sus láminas, casi desde el primer momento supe que me decantaría por ésta.


La segunda incorporación es una medusa, regalo de los Reyes Magos. Es de un escultor mallorquín, Jaume Canet. La vi el año pasado, en una exposición de una noche calurosa de verano y me encantó. Y como los Reyes Magos son muy listos, me la han regalado.


Son bonitos, ¿verdad? Ay, qué sería de mí sin esos Reyes más que Magos, Mágicos. Y sin ese padre-MacGyver que me hace agujeros en las paredes (y esta vez sin atravesarlas).

(Las fotos no es que sean una maravilla, pero las he hecho ya de noche, con la compacta, porque me ha dado pereza sacar la réflex).

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