miércoles, 26 de septiembre de 2012

Reconciliándome con Bruselas

Llevo unos días en Bruselas, por cuestiones de trabajo, pululando por la Commission Européenne.



(Sí, suena a importante y todo, pero no lo es tanto como parece).

Es mi segundo viaje a Bruselas. Hace un año ya estuve por aquí y me fui sin parar de decir “No me gusta Bruselas”.

Y yo, que soy de naturaleza positiva, he decidido que tenía que cambiar de opinión. No puedo pensar algo así, yo no. Así que, a pesar de que este viaje se está desarrollando en el (probablemente) período menos adecuado de mi vida, he decidido reconciliarme con Bruselas.

Entre reunión y ratos de trabajo extra en el hotel (¡pongo a Dios por testigo que no volveré a quedarme en un hotel después de una reunión a currar en la tesis!), lo he conseguido.

Dos horas. Compras. Chocolate. Fotos. ¡Incluso sol!


Me he reconciliado con Bruselas.

Ahora sí puedo decir que me gusta esta ciudad.

Continuará.

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